31 oct 2014

¡La que está liando Zapatero!

¡La que está liando Zapatero! Ya sabemos, porque nos lo repitieron Rajoy y sus secuaces, a modo de consigna, hasta la saciedad, que los males de España son todos culpa de Zapatero, incluidas las tremendas miserias que corrompen a los que la repetían sin descanso, los del partido de la gaviota. Imitando, ya sabemos, los métodos de Goebbels, el ministro de Propaganda de la Alemania nazi.
La semana pasada fue una semana muy negra para los del Partido Popular. Y es que Rajoy y compañía han tenido que lidiar, día sí y día también, con gravísimos escándalos de corrupción, y lo que queda. Eso sí, como es de costumbre, y eso, imagino, también forma parte de sus ladinas consignas, minimizándolo todo, como es de rigor; como niega el ladrón sus latrocinios aunque se le pille con las manos en la masa. Y entonando un falso e hipócrita “tua culpa”, con los cínicos y vacíos discursos correspondientes de cara a la opinión pública, que luego la gente tiene que votar.
El bochornoso escándalo de las Tarjetas black de los directivos de Bankia y Caja Madrid, salpicando hasta la médula a Rodrigo Rato, ex presidente de ambas entidades y del FMI, y ex ministro de Aznar, inauguraba la primera semana horribilis para la derecha española. Lo cual no parece ser más que la punta de un gigantesco iceberg.
Supimos también la semana pasada de la imputación del ex secretario del partido, y también ex ministro de Aznar, Ángel Acebes, en la causa de los papeles de Bárcenas. Supuestamente Acebes compró acciones de Libertad Digital con fondos de la caja B del Partido Popular. Y supimos también de la imputación en la misma causa de otro Popular, José Manuel Molina, ex alcalde de Toledo, por la supuesta adjudicación irregular de una contrata a cambio de dinero destinado a la campaña electoral de Cospedal.
Y hemos sabido también, según las investigaciones de Hacienda, y por el auto emitido el pasado viernes por el juez instructor, que el total de dinero negro con que se pagó las reformas de la sede central del partido, en Génova 13, asciende presuntamente a 1,71 millones de euros.
Resumiendo muy mucho, de los altos cargos del Partido Popular no se libra casi ni el apuntador. El 75 % de los ministros de Aznar están imputados o son presuntos beneficiarios de la trama Gürtel. A todo esto, Rajoy, presidente del Gobierno de España, país también presuntamente democrático afirma: “Que se castigue a los culpables y se respete a los inocentes”; aunque, si así se hiciera, del Partido Popular, en lenguaje coloquial, no iba a quedar libre ni el Tato.
Y suma y sigue. Esta misma semana comenzó con 51 detenidos por la Fiscalía Anticorrupción, en relación a una trama mafiosa que se ha beneficiado de adjudicaciones públicas fraudulentas en 250 millones de euros sólo en dos años; uno de los detenidos, Enrique Granados, delfín de Esperanza Aguirre, y secretario general del PP en Madrid entre 2004 y 2011. Y Mariano Rajoy ¿qué dice el Presidente del gobierno ante tal compleja tesitura? Los amigos son los amigos; llamó a Acebes para solidarizarse con él, y para decirle que este asunto es “muy injusto”. Y días después, tras un espeso silencio, sale a la palestra y pide perdón. Como si el delito fuera sólo un pecado, y no un crimen. Aunque ya sabemos que el cristianismo enseña a justificar cualquier mal, que se redime, tras la confesión, con el perdón divino.
¡Angelitos! Tan cristianos ellos, y tan humanos que se ven obligados, por ahorrar, a arrasar el país, porque hay que recortar, que no hay dinero para sus lujos; aunque eso sí, son tan humanitarios y tan buenos cristianos que repatrian a dos misioneros católicos enfermos terminales de ébola, a saber por qué o por quiénes inducidos, y aun sabiendo que hubieran podido rematar la faena, contagiando una epidemia como dios manda y acabando con todo lo que se mueve y lo que no también.
Aunque la culpa de todo la sigue teniendo Zapatero y la herencia socialista. La que está liando, desde su retiro político. Las hordas rojas y judeo-masónicas son capaces de haber teledirigido a los inocentes angelotes del PP a meter la mano como autómatas, con tanto descaro, en la caja de dinero de los españoles. Y es que los radicales de izquierdas, esos malditos demócratas y defensores de los derechos humanos, son capaces de cualquier cosa, sobre todo si están comandados, en secreto, por ZP; aliado seguramente con Llamazares, el de IU, y con Pablo Iglesias, el de “Podemos”, en una conspiración marxista-leninista que pretende acabar con la España de los valores cristianos y patrios. Habría que acabar con esos tres, que en tiempos de Franco ya estarían criando malvas.
Dejando el sarcasmo a un lado, algunos dicen, los que no se enteran de nada, que todos los políticos son iguales; que el poder corrompe. Comparto más la tesis de George Bernard Shaw, quien decía que “no es cierto que el poder corrompa. Son algunos ámbitos y algunos políticos los que corrompen el poder”. Y así vamos, presenciando en directo que la realidad supera a la ficción. Por utilizar la excelente metáfora de Iñaki Gabilondo, en Alí-Babá son cuarenta los ladrones. Con Rajoy y el PP son muchísimos más.

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