1 ene 2014

Fin de año

Ojalá el final de este año pusiera fin a una buena parte de lo que nos ha traído. Fuera el comienzo de una nueva etapa para un país cuyos políticos e intelectuales no están a la altura de sus propios ciudadanos.
El año 2013 ha tenido en su vientre al peor gobierno de la democracia. Un Consejo de Ministros que ha precarizado las relaciones laborales, ha tratado de destruir la sanidad pública, ha cuestionado la educación universal.
El año 2013 nos ha hecho contemplar cómo los socialistas no hemos sido aún capaces de encontrar una alternativa solvente. Contemplando a una Ejecutiva aparente, la intención de buscar un liderazgo a través de democracia interna, se ha visto frenada por la espera a que las elecciones europeas hundan al Partido Popular y que eso refuerce a la actual cabeza de la organización socialista.
El año 2013 nos ha hecho contemplar de nuevo, como de vuelta de nuestra historia, el aldeanismo de Unamuno en forma de nacionalismo periférico. Un nacionalismo que confunde la democracia con el derecho a escindir, que eleva los mitos a naciones y la historia a un cuento chino.
El año 2013 nos destruyó una buena parte del estado del bienestar. Un lugar en el tiempo en el que hemos visto privatizar la sanidad universal y precarizar la educación pública. Hemos contemplado cómo los trabajadores públicos se iban a la calle, mientras las empresas privadas ocupaban su lugar.
En el año 2013 hemos multiplicado la pobreza, mientras que, paradójicamente, las personas más ricas de la nación han visto multiplicado su patrimonio, la mayor parte de él en renta variable y sociedades elusivas.
En el año 2013 hemos visto tanta corrupción como en el año anterior, pero no tanta impunidad. Políticos mirando para otro lado, empresarios con cara de circunstancias, fiscales convertidos en abogados defensores, instituciones incapaces de responder.
En el año 2013 fue cuando su vecino se quedó en paro, a usted le han avisado de un ERE, su hijo tiene un contrato precario y el profesor de inglés lleva sin aparecer tres meses porque en el colegio público no le han permitido tener aún aquel interino al que despidieron a principio de curso.
En el año 2013 hemos visto a muchos ciudadanos desahuciados. Abandonar sus casas y sus hogares porque los intereses de demora de los bancos fueron tan brutales que en un abrir y cerrar de ojos la deuda rebasó el propio valor del inmueble.

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