Esta joya de la hemeroteca
viene a cuento de lo que está ocurriendo actualmente en España,
especialmente en torno a la polémica generada por el proyecto de ley
sobre el aborto recientemente presentado por el Ministro de Justicia
Alberto Ruiz-Gallardón.
Marichal, sin duda el mejor cartógrafo
del surgimiento del término liberal, nos recuerda cómo el abate Sieyès
distinguía entre los "serviles", que se sentían hechos de historia
y dominados por ella, y la de los hombres de ideas "liberales", que se
veían como iniciadores del futuro, sin ataduras de ningún género con el
pasado.
Pero sobre todo, conviene recordar cómo
el término liberal se vuelve a popularizar tras el golpe de estado de
Bonaparte de 9 de noviembre (18 de Brumario) de 1799 en el sentido de
“recuperación de la libertad perdida”. Y también lo hacer releer a
Constant, vía Marichal, cuando en 1830 escribe: “Por libertad entiendo
el triunfo de la individualidad, tanto sobre la autoridad que quiera
gobernar despóticamente como sobre las masas que reclaman el derecho de
someter la minoría a la mayoría". Muy actual, especialmente en los temas
de conciencia que nos ocupan estos días.
Desgraciadamente, el liberalismo fue
usurpado por doctrinarios, manchesterianos y otros especímenes, que lo
igualaron a libertad de empresa y a la no injerencia del Estado. Pero
no, curiosamente, en Estados Unidos, donde todavía liberal puede
llegar a significar un insulto (“peligroso estatista”) ya que Franklin
Roosevelt y el Partido Demócrata siempre mantuvieron la separación entre
libertad y propiedad que estaba en el origen del término y se aferraron
al liberalismo bien entendido que propugnaba que el Estado tenía que
ser el primer defensor de los derechos individuales, especialmente la
libertad.
Concluye clarividente Marichal: “La
dificultad mayor para el renacimiento liberal en la Europa que viene es,
patentemente, el descrédito de los partidos liberales (y similares) de
Occidente, que casi todos han sido perfectos ejemplos de usurpación del
liberalismo”. Muy aplicable a España, donde todavía hoy existe un gran
desequilibrio entre liberales, en el sentido de libertad de conciencia y
aprecio por la libertad individual frente a las ataduras de la
historia, la moral y la religión, y aquellos que confunden liberalismo
con libertad de empresa y capitalismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario