Al nuevo periódico El Mundo.
Hace unos días, cuando la noticia sotto voce, no el mero rumor, era que finalmente Pedro J. salía, algunos, más que otros, le dimos crédito.
Porque la política manda.
La Gran Depresión Española ha sido el resultado del espectacular
pinchazo de la burbuja especulativa del capitalismo español. Y de esa
burbuja forman parte, cómo no, los medios de comunicación.
La salida de Pedro J. Ramírez es el
resultado de una presión intensa, que lleva largo tiempo ya, para
empezar el proceso de concentración en una de las burbujas que todavía
perviven: la de los medios de comunicación de centro derecha.
La presencia de un director que
todavía tenía apego por el periodismo entendido como artesanía, con
todas sus virtudes y grandísimos defectos, se convirtió en un factor
irritante.
Pedro J. dio su apoyo entusiasta a
José María Aznar en la oposición al PSOE, actuando de comadrona para la
llegada al poder del Partido Popular. Y se convirtió en un bastión de la
defensa de gran parte del ideario de Aznar tanto en sus tiempos de
gobierno como en estos mismos momentos, muy difíciles para el
expresidente, asediado por noticias sobre la trama Gürtel y los
correos electrónicos de Caja Madrid, reveladores de su lado oscuro, de
la contradicción entre su prédica y su capacidad para dar trigo.
Pedro J. ya era incómodo para casi todos.
Para el accionista principal, Rizzoli o RCS Mediagroup, y para el Gobierno.
Y hay que subrayar el contexto. Rajoy
entra en la batalla electoral. El calendario está muy cargado.
Elecciones europeas el 25 de mayo; después del verano ya nos ponemos en
la larga campaña de las municipales y autonómicas de 2015; y, otra vez
pasado el verano, recta final hacia las elecciones generales, a finales
de 2015 o primeros de 2016. O antes, vaya usted a saber.
Por tanto, la concentración de prensa es fundamental. No hay tiempo que perder.
Hay una suerte de paralelismo entre Aznar y Pedro J.
Ambos se sienten ninguneados por Rajoy.
Ambos combaten, por medios diferentes, a Rajoy.
Toda la atención, como es lógico, está
ahora centrada en Pedro J. y en su futuro, más allá de lo que se diga
en las próximas horas. Creo que fue Juan Tomás de Salas, el extinto
editor de Cambio 16, quien se inventó la fórmula de la patada
hacia arriba de un director: director de publicaciones. Pues eso, ahora
volverán a decirlo. O no, qué más da.
No tiene relevancia.
Ha comenzado la transición hacia el Nuevo Mundo.
Y en esa transición, Soraya Sáenz de
Santamaría, la vicepresidenta, tiene recursos para aportar (licencias de
televisión TDT, entre otros) y opiniones.
¿Se cumplirá el sueño de Maurici Casals, la mano derecha de José Manuel Lara en medios de comunicación?
¿Se fusionará La Razón con El Mundo?
¿Qué papel jugará el Abc?
Durante largos meses, este
puzle se ha llenado de fichas y ha conocido diferentes alternativas.
Negociaciones, conciliábulos, como las meigas, haberlas, haylas.
El mapa y el territorio pueden ahora, con la caída de Pedro J., reordenarse. Antes, no.
Antonio Fernández-Galiano tiene todo el
poder y la confianza de los accionistas. Será él quien comience
(extraoficialmente, bajo cuerda, ya lo ha hecho meses atrás) a dar las
cartas. Y como apuntamos, ya sabe muchas cosas- Esta vez dirá que los
señores hagan su juego con la intención de llegar a un pacto. Será
fusión por absorción de otro medio. Pero la procesión (el poder) irá por
dentro.
¿Es esto acaso un secreto?
No. He aquí la evidencia.
Fernández-Galiano, en una entrevista publicada el 16 de diciembre de
2013, hace cuarenta y cinco días, decía al periodista Daniel Toledo de El Confidencial lo que pensaba sobre si existía espacio en la franja del centro derecha para tres periódicos:
"Evidentemente, no hay espacio. A
nadie que tenga dos dedos de frente se le ocurre pensar que es igual un
mercado de 2.000 millones que uno de 600. A esto se une lo fragmentado
de la oferta en España y la crisis del consumo, que también está
impactando en las difusiones, más diría yo que el fenómeno digital. Así,
las ventas promedio por cabecera son ridículas. Eso hace que el sector
en su conjunto esté en números rojos y nunca vaya a salir de ellos
mientras no se produzca una reordenación. La consolidación se puede
producir de una manera ordenada o sangrienta. El mercado lleva a que se produzca de una manera u otra. Y se producirá”.
"De una manera ordenada o sangrienta".
La profecía ha comenzado a autocumplirse en casa.
Con la caída de Pedro J.
"Y se producirá", vaticinó Fernandez-Galiano. La consolidación/concentración.
En cuanto a Pedro J., para quien el
periodismo no es una opción sino una adicción, después de un periodo de
cumplimiento del acuerdo de fuerte compensación firmado -non-compete agreements-, verá cuál es su nuevo vehículo.
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